Las empresas deben cuidarse de no contratar personal que reiteradamente
se queja de tener mucho trabajo pero en realidad aporta poco
Ser escurridizo para el trabajo, poner pretextos, inventar
historias, evadir responsabilidades y trasladarlas a los demás, y
aparecer en el momento justo para colocarse la medalla de los éxitos
pertenecientes a otros, son las características de los trabajadores que
“viven del cuento”, a quienes es importante ubicar para impedir que
contagien a sus compañeros de labores.
Los especialistas en recursos humanos señalan que existen algunas maneras de identificarlos, por ejemplo cuando:
- su productividad es inferior a la del demás personal, con respecto al número de horas que pasan la oficina
- asisten a reuniones donde aparentan generar buenas ideas para hacerse notar, aunque nunca las ponen en práctica
- mandan correos electrónicos con copia para todo el personal sobre asuntos que pueden ejecutarse pero no quedan en nada
- hacen mucho ruido respecto a las cargas de trabajo que les son asignadas para dar una imagen de mártires ante sus jefes, y
- nunca se les encuentra en la oficina o no están cuando se pregunta por ellos
No obstante, esta tarea de localización no es fácil, porque algunos
de estos individuos han hecho de “vivir del cuento” todo un arte,
incluso llegan a tener excelentes entrevistas de trabajo en los procesos
de selección y reclutamiento de personal, a tal grado que es hasta que
prestan sus servicios cuando son perceptibles los primeros indicios de
estos personajes.
Por ello, es indispensable establecer
filtros de contratación mucho más estrictos, con el objeto de contar con
mayores elementos para reconocer fácilmente a los “cuentistas”.
A su vez para poder inhibir este tipo de
conductas en los centros de trabajo se requiere, entre otras medidas,
delimitar las tareas y responsabilidades de cada subordinado, tanto en
el aspecto cualitativo como cuantitativo, así como realizar evaluaciones
periódicas para ubicar a estos subordinados, a quienes se les debe:
- hacer saber que se les conoce y se tienen bien ubicadas sus actitudes
- citar a reuniones donde se les exponga la problemática y se les advierta sobre la necesidad de un cambio de actitud
- exigir la recuperación de las horas laborales perdidas
- sancionar administrativamente si persisten en esas actitudes, incluso con suspensión de labores sin goce de salario, en los términos que el reglamento interior de la compañía prevea, y
- separar de su empleo definitivamente, si insisten en su comportamiento ya que son una mala influencia para los demás miembros del equipo, “las manzanas podridas echan a perder a la demás”
Sin duda es lamentable encontrarse con colaboradores que muestren
este tipo de comportamientos en el trabajo, sin embargo cuando son
detectados por los patrones se debe actuar de manera inmediata y con
firmeza, para evitar que este indeseable “cáncer” trasmine en toda la
organización.
FUENTE: IDC ONLINE
Compartir nos ayuda a todos, Si te gusto Compartelo!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario